El domingo 23 de Marzo hemos leído en la Eucaristía de las 12 el evangelio del encuentro de Jesús con la samaritana. "El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para la vida eterna". Y los niños de Post-Comunión hicieron un pozo del que sacamos el agua de vida eterna.
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